sábado, 27 de febrero de 2010

jueves, 25 de febrero de 2010

el olfato

el olor como experiencia sensitiva


Hoy he realizado un ejercicio de olor con mis alumnos de fotografía: Les he propuesto visitar la exposición de "por narices" y han entrado con los ojos cerrados (previamente les he llevado al olor que me interesaba y los he colocado delante de él), la propuesta era que olieran la fragancia y el primer recuerdo que se les viniese a la mente lo tomaran como un fotograma, y a partir de este recuerdo, realizaran una fotografía que plasmara esa sensación o emoción que habían experimentado al oler el perfume.


La experiencia ha sido bastante interesante.


Cuando el olor desde el primer instante ha sido "reconocido" como parte de sus vidas, inmediatamente han expresado con asombro su emoción, sin embargo cuando el olor no forma parte de su vida emocional, huelen y huelen y lo único que consiguen es distinguir la familia olorosa: o es una flor, o es un licor, o es un perfume de mujer...o directamente se equivocan de lleno


Os expongo los casos concretos más evidentes:


Carlos. 33 años. Informático. Olor: hierba recién cortada. Expresión: ¡¡coño!! estoy con mis amigos en la piscina.

Anne Koitkuva. 28 años. Nacionalidad Croata. hace 3 años que reside en España. Olor: incienso. Expresión: uy!! mi primer año en España ¡¡esto es Córdoba en primavera!!

Mari Carmen. 34 años. Trabajadora Social.. Olor: coco. Expresión: ¡¡anda!! estoy en mi casa con mis hermanos terminando de comer el yogurth.

José. 58 años. Médico. Olor: pintura sintética. Expresión: no sé, no sé (y huele otra vez), no sé, no sé (y vuelve a oler) esto parece como leña,..., o no,..., es como, ¿hierba?...no sé no reconozco el olor, no me suena...¿a que huele esto? (éste creo que no ha pintado en su vida...y cuando hayan pintado en su casa se ha quitado de enmedio seguro...)


De lo que deduzco, que si el perfume lo tenemos asumido desde la emoción y el sentimiento, lo reconocemos inmediatamente y lo asociamos a nuestro recuerdo, pero si no lo tenemos asumido desde la emoción y la sensación, lo que buscamos es reconocer de donde viene e intentamos descubrir que es y no que nos hace sentir...para al final equivocarnos completamente.


Por lo que creo que nuestro olor está tan presente en nuestras vidas, desde pequeñitos que seguro que no nos equivocamos...bueno creo yo....en fin ya veremos mañana como resulta todo esto








EJERCICIO A TRAVES DE LAS SENSACIONES DE CHARO

EJERCICIO SENSITIVO AROMA Nº 3
Creación de un ambiente cromático a través del aroma


Lima, limón, limonero, caramelo de limón no verdadero

polo Popeye según Cody

alcohol de consulta de practicante,
alcohol desinfectante para utensilios de un practicante
alcohol quemado.

Mi infancia en Olvera
Mi tío Paco el practicante:
hombre mayor, resolutivo, delgado de manos huesudas, bromista, acostumbrado a suturar heridas de niños traviesos.
Y ese caramelo que te daba por premio a no moverte cuando te ponía una inyección.
Caramelo que olía pero no sabía a lo que olía o a su color. Decepción de niña transparente, ausente, observadora, no protagonista.

azul con negro y amarillo,
azul moldura de zócalo
azul ido a menos
azul control / descontrol
azul solución
azul grisáceo
azul plata
azul desagradable
azul inquietud
azul desazón
azul manos frías
azul amarillento luminosos pero desgastado

Reproducir una esquina de fachada con moldura de este azul soñado / impregnado de alcohol y caramelo de limón no verdadero. En este caso se haría en una esquina para adentro, el zocalo (por debajo de la moldura sería gris oscuro / cemento) y por encima de la moldura blanco cal. Con la recreación de la moldura pintada en la pared y la iluminación adecuada se conseguiría el efecto esquina para afuera.
Recrear algo irreal, que se puede atisbar pero no tocar, un guiño de lo que no fue y solo existe en nuestra memoria.



Fdo.: Charo Corrales

El olor y el recuerdo.

La relación entre los aromas que percibimos y nuestras sensaciones emocionales es muy intensa. El olfato es nuestro sistema sensorial más primitivo y el único que se encuentra directamente conectado al sistema limbico, que es el que controla nuestras emociones y la memoria.



El olfalto tiene un gran efecto de refuerzo sobre nuestros recuerdos, superior a la vista o al oido. Los recuerdos olfativos, y todos los elementos asociados a ellos, tienen una permanencia en la memoria más larga que la de las imágenes o los sonidos.

Pasados unos días rsulta difícil reconocer algo visto, y algo similar puede decirse de los sonidos. esto no sucede con el olfato, pues un aroma determinado se mantiene en la memoria durante años. La razón de esto tiene que ver con otro de los grandes atributos del olfalto: su relación con las emociones. Se trata del denominado Efecto Proust , en homenaje al escritor francés que revivió intensamente en una de sus obras cumbres muchos recuerdos de su infancia que creía olvidados para siempre, al percibir el aroma de una magdalena mojada en té, (en una nueva entrada he escrito textualmente el parrafo donde narra estos recuerdos).

Un último factor que es preciso destacar es que el gusto por unas u otras familias de olor tiene que ver con factores culturales y sociales. Aunque parece que existen ciertos aromas, como el de la fresa y el cacao que son valorables positivamente en muy diversas partes del mundo, la mayoría de los olores que consideramos "agradables" corresponden a aquellos con los que hemos vivido. Esta particularidad acrecenta aún más la relación del sentido del olfato con nuestros sentimientos más íntimos.

POR NARICES



Exposición de aromas y fragancias en el Centro Cultural de la Villa de San José de La Rinconada.
Del 22 de febrero al 17 de marzo de 2010.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Curiosidades.

podiamos hacer EJERCICIOS COMPLEMENTARIOS para comprobar la

IMPORTANCIA DEL OLFALTO EN LA PERCEPCIÓN DE LOS SABORES:

necesidades:

una patata cruda, una manzana, un cuchillo, un plato y un pañuelo

Preparación:

Tras pelar la patata y la manzana, cortaremos unos trocitos de cada pieza del tamaño de una moneda de un céntimo. Ahora será preciso vendar con el pañuelo los ojos de un voluntario, al que se le pedirá también que mantenga su nariz tapada con los dedos. El voluntario, probando un trocito de manzana y un tricito de patata, deberá acertar cuál es cada uno.

Conclusión:

La textura en la boca de l amanzana y la patata son similares. Esto hace que una persona que no puede ni ver ni oler, apenas disponga de recursoso para diferenciarlos, demostrando la capacidad del sentido del olfalto para garantizar y confirmar nuestras sensaciones de sabor. La intensa interacción entre las sensaciones de gusto y olfato (en que también intervienen indirectamente vista, tacto y oído) se denomina organolepsia.

Un poquito de ciencia a tanto sentimiento


Las moléculas olorosas excitan los cilios olfativos, que a su vez transforman los componentes químicos en sensaciones nerviosas. Estas sensaciones viajan a través del bulbo olfativo hasta el sistema límbico de nuestro cerebro. Aquí intervienen dos centros neuronales fundamentales: la amigdala, básica en la generación de nuestras emociones, y el hipocampo, que juega un papel fundamental en nuestros recuerdos y en nuestra memoria. Esta conexión tan directa e íntima de nuestra nariz con los centros cerebrales, es precisamente el factor que aporta tantos aspectos emocionales y subjetivos al sentido del olfato.

En resumen y pa que nos enteremos tós : que los olores llegan directamente a la sustancia blanca del cerebro, que es la sustancia que nos "hace sentir emociones" sin pasar por la sustancia gris, que es más fría y calculadora. Y por eso, nunca olvidamos un olor y sí podemos olvidar una cara.

La magdalena de Proust

En la serie de En busca del tiempo perdido: Por el camino de Swann (1913) de Marcel Proust (1871-1922), refleja la evocación de los recuerdos a partir de un disparador: el sabor y el olor.

Merece la pena citar los párrafos completos de la obra por la relación tan directa que tiene con el tema que estamos tratando en nuestro trabajo:


"Mandó mi madre por uno de esos bollos, cortos y abultados, que llaman magdalenas, que parece que tienen por molde una valva de concha de peregrino. Y muy pronto, abrumado por el triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por venir, me llevé a los labios unas cucharadas de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las miga del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario que ocurría en mi interior. [...] Y de pronto el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenía el pedazo de magdalena que mi tía Leoncia me ofrecía, después de mojado en su infusión de té o de tilo, los domingos por la mañana en Combray (porque los domingos yo no salía hasta la hora de misa), cuando iba a darle los buenos días a su cuarto. Ver la magdalena no me había recordado nada, antes de que la probara; quizá porque, como había visto muchas, sin comerlas, en las pastelerías, su imagen se había separado de aquellos días de Combray para enlazarse a otros más recientes; ¡quizá porque de esos recuerdos por tanto tiempo abandonados fuera de la memoria no sobrevive nada y todo se va desagregando! [...] Pero cuando nada subsiste ya de un pasado antiguo, cuando han muerto los seres y se han derrumbado las cosas, solos, más frágiles, más vivos, más inmateriales, más persistentes y más fieles que nunca, el olor y el sabor perduran mucho más, y recuerdan, y aguardan, y esperan, sobre las ruinas de todo, y soportan sin doblegarse en su impalpable gotita el edificio enorme del recuerdo.[...]

Y como ese entretenimiento de los japoneses que meten en un cacharro de porcelana pedacitos de papel, al parecer, informes, que en cuanto se mojan empiezan a estirarse, a tomar forma, a colorearse y a distinguirse, convirtiéndose en flores, en casas, en personajes consistentes y cognoscibles, así ahora todas las flores de nuestro jardín y las del parque del señor Swann y las ninfeas del Vivonne y las buenas gentes del pueblo y sus viviendas chiquitas y la iglesia y Combray entero y sus alrededores, todo eso, pueblo y jardines, que va tomando forma y consistencia, sale de mi taza de té. (En busca del tiempo perdido I: Por el camino de Swann. Primera Parte)

Marcel Proust, escritor francés, 1871-1922

Hay olores que se huelen toda la vida por haberlos percibido por primera vez en una tarde de tormenta.

Conclusiones

Pretendemos confrontar nuestro amarillo y azul en una esquina para que se contamine uno al otro.

Los dos colores irán aplicados en la pared a un metro de logitud y del suelo al techo. El techo y el suelo son gris oscuro. La pared del azul es gris oscuro y la del amarillo es blanca.



De esta confrontación surgirán otros dos colores: amarillo verdoso y azul verdoso, metáfora de la confusión / integración de los recuerdos de nuestra infancia en la memoria.

RECUERDOS y SENSACIONES


Este aroma nos produce una vuelta a una infancia plagada de recuerdos difusos donde vivencias buenas alternan con otras que nos gustaría olvidar/ no recordar.





amarillo juego

amarillo luz

amarillo playa

amarillo sol en la cara

amarillo gelatina

amarillo limón rayado

amarillo líquido

amarillo piruleta

amarillo pegajoso

amarillo hierba recién cortada

amarillo colonia fresca

amarillo vacaciones

amarillo frío que duele los dientes

amarillo caramelo de limón no verdadero

amarillo lemon grass

azul mar

azul líquido

azul control / descontrol

azul solución

azul cielo

azul libertad

azul amarillento luminoso pero desgastado

azul verano

azul nostalgia

azul inquietud

azul manos frías

azul desazón

azul nostalgia

azul practicante

Olor nº 3


EJERCICIO SENSITIVO
26 de febrero
Creación de un ambiente cromático a través del aroma
Configurar un espacio a través de un aroma previamente establecido, en donde el color sirva para estimular a quien lo experimente.

OBJETIVOS
Desarrollar un proyecto espacial-cromático, desde el estímulo sensorial olfativo. El ejercicio persigue el estímulo creativo desde códigos subjetivos. Se han preparado seis soluciones aromáticas para que sirvan de detonante en el desarrollo de una idea. Los alumnos han de soñar, de imaginar, de crear un posible espacio en base a unos aromas preestablecidos. Han de buscar en su interior, en sus recuerdos y tratar de construir un escenario mental donde ubicar este espacio aromático, por tanto es un ejercicio lleno de experiencias individuales.

PRESENTACIÓN
Los proyectos son de carácter individual, aunque se han establecido unos equipos en los que se coincide el tema, con la finalidad de provocar el debate entre los mismos a la hora de confeccionar un argumento de trabajo.

Para expresar el contenido de los proyectos se dispone de total libertad para encontrar las formas expresivas más idóneas para explicar su experiencia. Será un proyecto imaginado, al que se puede llegar desde pequeñas soluciones volumétricas o con insinuaciones de color dentro del mismo espacio de trabajo.

El ejercicio será entregado dos semanas antes para su desarrollo, obligando al alumno a buscar, a soñar y a concretar sus primeras ideas reactivas y su posterior concreción al contenido pedido. El día de la presentación se entregará un guión y se procederá a su producción por la mañana y se expondrán los argumentos en una evaluación posterior.


Estos aromas, preparados por el prestigioso enólogo del marco de Jerez y Catedrático de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Cádiz, Luis Pérez Rodríguez, han sido elaborados en un ejercicio invertido (reportándole los temas y las consideraciones, lógicamente personales, de los mismos) y evaluados posteriormente en una tabla de valores.

Fueron experimentados en el máster de Arquitectura de Interiores y el de Museografía Creativa, ambos de Sevilla, así como el Mdi de la Escuela de Arquitectura del Vallés, con resultados muy satisfactorios.

Fdo. Paco Pérez Valencia